
Hace algún tiempo el amigo y fotógrafo Matias Guilló Ruiz, rebuscando en su archivo encontró dos fotografias de lo que parecía una entrega de premios de ajedrez en el Ayuntamiento de de Irún fechadas como 25 Junio 1973. En ellas reconocimos Juan Ignacio «Pibe» Alonso y consultado, esto es lo que nos ha contado sobre las mismas:

En 1972, gracias principalmente al entusiasmo del incansable Leontxo García Olasagasti por un lado, y a la afición al ajedrez, y generosa y desinteresada colaboración de D. Miguel Salas Cortijo, presidente del Club La Salle, por otro, floreció en Irun un club de ajedrez que, rápidamente, empezó a ganarse el respeto del resto de clubes en Euskadi. Con una base muy joven, entre 13 y 16 años, (Pibe, Leontxo, JM Alonso, Manolo García y, más tarde, Patxi Gallego y la incorporación de Jose Mari Lanz) comenzó a ganarlo todo en Gipuzkoa, tanto a nivel individual como por equipos.
VAMOS CON LAS FOTOGRAFÍAS
Corría el año 1973; en fiestas de Beasain (son a finales de Mayo, primeros de Junio, “Loinazes”) la sociedad Alfil, que contaba con la poderosa ayuda de la CAF, tanto a nivel económico como de locales, solía organizar un torneo internacional con el siguiente formato:
Cuatro equipos, que en esa edición fueron el Alfil de Beasain, Ensidesa de Avilés, Bayona y La Salle de Irun, disputaban una semifinal a cuatro tableros el sábado 2 de Junio, y los dos ganadores se enfrentaban en la final el domingo 3 de Junio. Ganar la semifinal significaba quedarse a dormir y disfrutar de las fiestas en la localidad, invitados por la organización, para disputar la final al día siguiente.
Era un torneo de bastante prestigio en esa época. Contaré como anécdota que a nuestro equipo, formado por Jose Mari Alonso, Juan Ignacio Alonso, Leontxo y Manolo García (hijo de Emilio García, del que tenéis fotos con Mariano Otero) le tocó en suerte enfrentarse al Ensidesa de Avilés, que era el campeón del año pasado y uno de los mejores equipos del Norte de España. Tal era la confianza que tenían los asturianos en derrotar a ese equipo de “chavales” que fueron a Beasain junto con sus mujeres y amigos, para pasar el fin de semana y llevarse el torneo. Pero los “chavales” se rebelaron y les mandaron a casa, pasando a disputar la final contra el equipo de Bayona, del que recuerdo dos jugadores (Bocos y
Lafourcadde) Ganamos también la final y eso tuvo la consideración de hazaña en Irun, en parte propiciado por la publicidad que le dio Miguel Salas, y en parte por tratarse de un club muy joven cuya base eran chavales en edad de cadetes. Eso motivó el interés del Ayuntamiento en la recepción del alcalde, y los elogios de la prensa de la época. No recuerdo por qué no estuvo Leontxo en la recepción, pero sí recuerdo que jugó el torneo.
Solo me queda adjuntaros dos recortes de la prensa de la época, donde se recoge la noticia de la recepción en el Ayuntamiento (10 de Junio de 1973) y la publicación de la foto (30 de Junio de 1973)
con un pie de foto que se deshace en alabanzas.
En la crónica del 10 de Junio, veréis que nos cita como Alonso II y Alonso III; esto es porque había otro jugador en la Salle de Irun (que trabajaba de director en el Banco de Madrid) que se llamaba también José María Alonso, y decidieron en los ámbitos ajedrecísticos llamarnos Alonso I, II y III. Por otra parte, en esa misma crónica se cita a Leontxo (que no está en la foto) y un tal Ormazabal (que no es tal, sino Julián Gómez, al que llamábamos “Pototo”, era maestro de escuela y se fue a vivir a Benidorm hace más de 30 años).
Un trozo de historia de Irún y ajedrez, muy trabajado e interesante. Enhorabuena por publicar este tipo de posts.
Precioso reportaje.
Kaixo Alvaro,
Coincido contigo, ha quedado muy bien.
La verdad es que con las fotos de Matias y el texto de El Pibe junto con los recortes de periodico que nos ha mandado ha sido fácil.
Un saludo
Gracias por la parte que me toca, y saber que todo lo que vaya encontrando pasará también a vuestro archivo. Un cordial saludo.
Hola Matias,
ya sabes que agradecemos mucho todas tus aportaciones y te consideramos parte de la familia Marlaxkera.
Una vez más:
¡Mil Gracias!